lunes, 31 de octubre de 2011
Asuntos Inacabados.
I.
¿Qué haces tan solo, hermano de armas,
pálido, en lento andar?
El frío sótano te rodea, de cuatro muros
grises. Nadie ha de cantar.
II.
¿Qué haces tan solo, hermano de armas,
vagando preocupado?
Gris tela te cubre. Botones de oro yacen,
destemplados por el hado.
III.
Noche y día miras sin verlos; un techo,
el piso y cuatro fríos muros.
Lágrimas, sollozos, súplicas, gritos,
orina, sangre. Recuerdos duros.
IV.
Bella dama conociste en tus caminos; una
pálida y encantadora niña.
Su pelo era largo, sus piececitos ligeros y
sus salvajes ojos en riña.
V.
Para ella hiciste; guirlandas, brazaletes,
anillos, amuletos y medallas.
Escuchaste sus suspiros como de amor
cuando te miró, lejos, allá.
VI.
La subiste a tu brioso corcel de acero,
sin más ver, cabalgaste.
Cabalgaste revueltas, huelgas y protestas.
Libertad, así la llamaste.
VII.
Ella te cubrió de regalos, dulces como
la miel pura y salvaje.
"Te amo de verdad", dijo en un idioma
extraño como un brevaje.
VIII.
Te llevó a su milagrosa gruta, donde triste,
se puso a llorar.
Cerraste sus salvajes ojos con muchos besos,
sin condecorar.
IX.
Y allí, ella te adormeció con triste sueño,
y allí tu soñaste,
El último sueño que soñarás, pues en el
frío sótano acabaste.
X.
En sueños, viste pálidos generales, también
tenientes, con pallor mortis todos.
Gritaban -- "La Belle Dame sans Merci
nos tiene esclavizados".
XI.
Viste sus helados labios gritando horribles
advertencias en la penumbra.
Y despertaste para encontrarte en el frío sótano
donde sólo una ampolleta alumbra.
XII.
Por eso estás vagando aquí, pálido y solo,
con tus recuerdos por afrontar.
El frío sótano te rodea, de cuatro muros
grises. Nadie ha de cantar.
Publicado por Unknown en 16:35
Etiquetas: Asuntos inacabados, ballad, CNI, DINA, ESMA, gótico, horror, John Keats, La Belle Dame sans Merci, Miguel Krassnoff, poema, remordimiento, tortura, torturador
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2 comentarios:
shusa!
Veamos :
Triste la historia de Lamia, la belle dame sans merci, condenada a vivir sola, vagabundeando entre vegetales y animales, como castigo por su codiciada belleza. Por eso atraía a los caballeros, a los hombres, sedienta de compañía, de caricias, de besos??? de amor. Lo que ellos no sabían era que Lamia no sólo los saborearía, sino que también los absorbería, bebería su esencia, consumiría sus fuerzas, y devoraría sus corazones.
Y triste la vida de este uniformado , condenado a sufrir lo que hizo sufrir a otros .. puntos de vista, quizàs ambos se merecen su tormento.
(como siempre , me haces pensar )
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