domingo, 1 de noviembre de 2009

Regulemos el matrimonio... ¿homosexual o heterosexual?

Todo empezó con una simple frase del Senador Eduardo Frei R-T., actual candidato presidencial de la Desconcertación, cuando se refirió al matrimonio homosexual, diciendo "... y esas situaciones yo creo que hay que regularlas, de tal manera que se busque solución a los temas puntuales de esas uniones entre parejas del mismo sexo".

Claro está que para un candidato de un partido católico este tipo de frases suelen generar polémicas, especialmente cuando el candidato de la Alianza (a la Fuerza) por Chile, representante de las reservas morales del país, el Senador Sebastian Piñera E., temiendo perder el voto homosexual, declaró, "Hay que proteger los derechos de todas las personas, sin discriminar y cualquiera sea su posición sexual".

Ambas declaraciones provocaron airadas reacciones en las alas católicas más hipócritas de las respectivas coaliciones, especialmente de parte del Diputado José Antonio Kast R. quien lidera las fuerzas del oscurantismo en la UDI, cuando afirmó, "En política, a parte de otros temas, estoy por la defensa de la vida y la familia como base de sociedad y si eso no es resguardado por la Alianza, tengo que alzar la voz".

Ambos candidatos, en una actitud muy poco varonil, casi gay, pero eso sería insultar a los gays, suavizaron, desmintieron, modificaron, cambiaron y arreglaron sus posturas ante el matrimonio homosexual de tal forma que hoy es imposible saber si están a favor, en contra o todo lo contrario. Políticos en acción. El único candidato que ha mantenido una clara opinión al respecto es el Diputado Marco Antonio Enríquez-Ominami G., MEO para los amigos, quien ya el 20 de marzo de 2008, impulsó en el Congreso Nacional la Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo, la cual no ha sido votada todavía por falta de interés de las fuerzas del bien y del orden, sean cuales sean.

En disputa están los votos de la comunidad homosexual, los cuales pueden representar entre un 5 a 10% del universo de electores, pero el tema no representa más que la sempiterna politiquería pre-electoral a la cual nos tiene acostumbrada la mediocre clase política chilena. Mediocre es, pues en vez de discutir los verdaderos problemas del país y ser fuerza de proposición ante los desafíos nacionales, se esconden tras rencillas periféricas que generan mucho ruido y muy pocas nueces, pues de haber realmente estado interesada en una Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo, la habría votado hace mucho tiempo. Esto es entonces sólo un tema para llenar los medios y así evitar tocar los temas realmente importantes. Smoke and mirrors.

Lo peor es que el tema de las uniones civiles del mismo sexo es escencialmente un tema patrimonial, y no valórico, pues nadie puede impedir a la gente vivir junta bajo un mismo techo cuando se les da la real gana. Además, es de suponer que ningún candidato está a favor de legislar para que el Estado intervenga en lo que hacen los chilenos en sus dormitorios. Quiero esperar eso. En lo que a mi concierne, el tema del matrimonio homosexual debió haber sido legislado hace muchos años y ni siquiera debiera ser un tema país.

¿Qué temas país reales tenemos entonces?

Que tal, por ejemplo, el matrimonio heterosexual.

De que el matrimonio heterosexual está en crisis en el mundo en general y en Chile en particular es un secreto a voces. Las estadísticas, los guarismos y las cifras hablan por si solas al unísono. Sólo a modo de ejemplo, el número de matrimonios en el país ha bajado un 23% en la década que va de 1998 a 2008. Y de los divorcios, ni hablar...


¿Qué está pasando?

No lo sé. Pero tengo una teoría. Creo que el matrimonio tradicional está simplemente obsoleto. Seamos claros, el matrimonio tal cual como lo practicamos hoy en día se inventó hace varios miles de años en sociedades agropastorales, usualmente nómades del Medio Oriente, que conformaban grupos estables de unas treinta personas. En aquellos años, la gente se casaba a los quince años y se moría, de vieja y con bastante suerte, a los treinta años. El casarse para "toda la vida" era entonces una condena a quince años nada más. Hoy en día vivimos mucho más, y cualquier hijo de vecino recién nacido hoy en Chile tiene una esperanza de vida de más de 77 años, que si se casa a los 25 años tendrá una condena de 52 años de matrimonio. ¡Más de tres veces del tiempo de duración objetivo de diseño! En resumen, el matrimonio tradicional no ha cambiado sustancialmente en los últimos tres milenios y en un mundo globalizado, internetizado en el cual ambos miembros de la pareja trabajan profesionalmente, pues, está su tanto obsoleto como instrumento de organización de la vida.

Olvídense entonces los políticos del matrimonio gay y tratemos de concentrarnos en arreglar el matrimonio heterosexual que claramente ya no funciona lo bien que debiese.

¿Cuál es la función del matrimonio en la sociedad? Básicamente, es un contrato entre dos personas, usualmente de sexo opuesto, para gestionar el patrimonio de la sociedad conjugal, usualmente en beneficio de los hijos. Entonces el matrimonio es un contrato. Ni más ni menos. Claro está que es un contrato con una estructura sesgada que podemos reconocer hasta en la etimología pues matrimonio viene del latín mater, madre, mientras que patrimonio viene de pater, padre. En otras palabras, el hombre pone las lucas y la mujer se encarga de la felicidad conyugal. Así de simple.

¿Qué hacemos ahora que ambos ponen las lucas? Digo, además de aprender a cocinar, lavar los platos, lavar la ropa y todos esos pequeños detalles domésticos. ¿Alguien dijo reingeniería de procesos? Partamos por una pequeña taxonomía de todos los tipos de matrimonios en los cuales puedo pensar;
  • Monogamia cerrada entre dos personas de cualquier sexo
  • Poliginia abierta y declarada, o sea, un hombre con más de una mujer amancebados bajo el mismo techo.
  • Poliginia funcional, lo mismo que el anterior, pero con cada mujer en su propia casa, tal como suele usarse en la mayor parte de América Latina.
  • Poliandria abierta y declarada, o sea, una mujer con más de un hombre amancebados bajo el mismo techo.
  • Poliandria funcional, lo mismo que el anterior, pero con cada hombre en su propia casa.
  • Monogamia abierta entre dos personas de cualquier sexo. En el caso de la monogamia abierta, tenemos a su vez tres tipos de matrimonios;
    1. Monogamia abierta con tríos eventuales y casuales, en los cuales la pareja, por turno, invita a un tercero a participar de los juegos de adultos en una cama.
    2. Monogamia abierta y transparente en la cual cada miembro tiene el permiso de tener relaciones ocasionales con la única condición de siempre contar los detalles a la vuelta al hogar.
    3. Monogamia abierta y opaca en la cual, si bien el permiso para tener relaciones ocasionales es explícito, nadie cuenta nada bajo la premisa de que "ojos que no ven, corazón que no siente".
  • Ménage à trois en el cual tres personas del sexo que sean conviven amancebados bajo un mismo techo.
De seguro deben existir muchos tipos más de matrimonios, pero estos son lo que conozco y he practicado, en esta u otras vidas. Pero, tenemos un problema, pues esta taxonomía guarda relación con las prácticas sexuales del matrimonio y no con el patrimonio del matrimonio. ¿Qué está pasando aquí? Quizás está pasando que en una sociedad en donde ambos aportan las lucas el tema del patrimonio pasó a segundo plano dentro del contrato social del matrimonio, mientras que el deber del orgasmo, especialmente para los mujeres, pasó a primer plano.

¿Debieran de legislar para regular estos distintos tipos de matrimonios nuestros queridos políticos? Yo creo que sí. Abramos el kimono y pongamos este tema en la mesa, y en la cama. ¿Con qué fin? Bueno, con el fin de reparar una institución maladaptada a la modernidad y lograr la estabilidad y felicidad matrimonial de los chilenos. No es un desafío menor ni poco importante para el país. Debiese de ser un desafío país.

Ahora, ¿qué hacemos con los regímenes patrimoniales del matrimonio? Simple, repensarlos y modernizarlos. Si los contratos de prestaciones de bienes y servicios están hoy en día tremendamente diversificados, ¿por qué no hacer lo mismo con el contrato matrimonial? Exploremos entonces lo que implicaría matrimonios del tipo leasing, arriendo, outsourcing, insourcing, a plazo fijo, renovables, con multas, premios, seguros, etc. Ya es gran tiempo de modernizar esta vetusta institución antes de que se derrumbe completamente.

¿Quién sabe lo que podrán imaginar nuestros MBAs expertos en nuevos modelos de negocios? Un político y hombre de negocios de la talla del Senador Sebastian Piñera E. debiese de tomar este tema como un desafío y ser fuerza de proposición con modelos modernos y efectivos. Podría hasta lograr que vote por él en vez de por Walt Disney.

viernes, 9 de octubre de 2009

Mujer gozadora

Mujer... sola estás... frente a mi.
Desnuda estás... frente a mi.
Húmeda estás... frente a mi.
Estás llena de fuego...
Esperando que te llene;
De mi dureza, de mis sabores,
De mis golpes, de caderas,
De mis fuerzas, en tus carnes,
De mis fluidos, en tus recovecos...
De hembra gozadora.

Gozadora hembra...

Serás desierto de piel seca que...
Cubriré de caricias, besos, lengua,
Sexo, fluidos, olores...

Serás piel en la cual habré de
Escribir épicas odiseas...
Audaces exploraciones...
Asaltos sin piedad...
Quedarán escritos...
Por mis manos, por mis labios,
Por mi lengua, por mi sexo,
Gordo, grande, duro...
En tu piel...

En tu piel...
De esclava, capturada,
Sumisa, dominada,
Tomada....
Usada...
Gozada...

Serás puerto... donde cobijaré...
Besos, caricias,
Deseos, violaciones,
Suspiros, cansancios,
Ultrajes, redención,
Serás... puerto... mujer...
En donde me cobijaré...

Serás montañas... sobre cuyos...
Pezones pondré...
Mis penas, besos...
Mis dolores, lengua...
Mi semen, como blanca...
Nieve...

Serás almohada... sobre quien...
Descansaré...
Recuperaré...
Mis fuerzas, mis energías...
Para, nuevamente,
Poseerte...
Sin misericordia, sin despertarte,
Sin permiso, sin juicio,
Como lo mereces...

De noche, tendida, muda,
Abierta, entregada a la nada...
A todo...
Más allá de tu estima...
Más allá de aquello...

Y así, volver a ver...
Tu cuerpecito...
Usado.
Tomado.
Gozado.
Sucio.
De mi, de mis fluidos,
De mis olores, de mis sales,
De mi vino, de mi sexo.

Verlo a la luz de las velas...
Verlo más allá del pudor...
Atado a mi lecho...
Atado al olvido...
Arado a mi.

Y así, volver al principio...
Volver, a violarte,
Otra vez...

Gozadora mujer...

sábado, 8 de agosto de 2009

El que no ha ido a Las Vegas, no sabe lo que se pierde

El otro día, frente a un par de cervezas, un buen amigo me hizo una de esas sempiternas preguntas merecedoras de una larga respuesta, bien sopesada, y no en estado de intemperancia etílica; "luego viajaré, por trabajo, a Las Vegas; y tendré un par de días libres... ¿alguna sugerencia?". Una simple e inocente pregunta con una respuesta para nada de simple y menos inocente.

¿Cómo contar lo que Las Vegas es como ciudad? ¿Por dónde empezar? ¿Y por dónde terminar? No lo sé. Quizás lo mejor es escribirlo así tal cual lo conté a mi amigo al hilo de las innumerables cervezas que acompañaron el inconexo relato de mis recuerdos de Las Vegas. Desordenados recuerdos de mis viajes a Sin City, la ciudad del pecado. Desordenados como la misma ciudad.

Antes de viajar, para cualquier obseso detallista, es menester leer algo sobre la historia del lugar. Resulta que todas las fuentes concuerdan en que Las Vegas es una ciudad del estado de Nevada, en USA, con un poco más de medio millón de habitantes, que se encuentra en el medio de un peladero en el medio de un desierto. La leyenda cuenta que debe su nombre a unos terrenos medio pantanosos, conocidos como "vegas" en castellano, que daban el sustento diario a una tribu de nativos americanos conocidos como los Paiutes, y de los cuales no queda ninguno ni para la foto. La fundación oficial de Las Vegas como ciudad ocurrió un bendito 15 de Mayo de 1905, con 44 habitantes, para servir de paradero a una línea de ferrocarril. Siguió siendo un pueblo perdido en un peladero hasta la Gran Depresión cuando un 19 de marzo de 1931 fue legalizado el juego de apuestas en todo el estado de Nevada.

La Gran Depresión hizo que la construcción del Hoover Dam se acelerara para dar trabajo al pueblo y evitar que se muera de hambre, o peor, que se rebele. Dicha construcción en una zona árida resultó ser muy peligrosa y la lista oficial de muertos en la construcción es de 112, pero se estima que el número real fue muy superior. A unos 48 [kmts] al noroeste de la construcción estaba el pueblito de Las Vegas, que muy pronto supo aprovechar el dinero de estos obreros con una variada oferta de juegos de azar, alcohol, prostitución y todo tipo de entretención para estos esforzados trabajadores del desierto. Las Vegas es Calama en USA y con más plata. Es el Calama de los gringos. La reputación de la ciudad creció y cuando un 26 de Diciembre de 1946 se inaugura el famoso Flamingo Hotel el destino estaba escrito.

Pero todo eso es historia de libros. No es la experiencia vivida. La primera vez que llegué a Las Vegas lo hice en un avión que aterrizó en el aeropuerto McCarran. Me bajé por la manga desde el avión y caminé a buscar mis maletas. Antes de llegar al lugar en donde se suelen encontrar a las maletas dando inútiles vueltas en su carrusel, estaban las máquinas tragamonedas. Un montón de máquinas tragamonedas listas y dispuestas para toda esa gente que no puede reprimir su ansiedad de jugar hasta llegar a un casino. Claro está, las máquinas tragamonedas están rodeadas por una línea amarilla en la alfombra y un letrero que prohíbe a cualquier menor de 18 años cruzar dicha línea en el suelo. Los letreros de publicidad proclaman licenciosamente Whatever happens in Vegas Stays in Vegas, incitando al desenfreno.

Whatever happens in Vegas Stays in Vegas. El tema de Las Vegas es el jolgorio y pasarlo bien, especialmente entretención, juego y sexo. Es donde los gringos adultos se permiten hacer todo lo que no hacen en sus aburridas e hipócritas vidas suburbanas. Para ver a los gringos más jóvenes en acción vayan a Cancún en Spring Break, pero en Las Vegas verán al gringo adulto y jubilado divirtiéndose.

You gotta help me out
It's all a blur last night
We need a taxi 'cause you're
Hung over and I'm broke



Canta la bella de Katy Perry en su famosa canción de Waking Up in Las Vegas, la cual es maravillosamente ideal como ejemplo del ambiente de dicha ciudad.

Why are these lights so bright?
Did we get hitched last night?
Dressed up like Elvis
Why am I wearing your class ring?

Ciudad de matrimonios express, la capital del mundo de los matrimonios, con una oferta de estilos única. ¿Dónde más me puedo casar a media noche con sólo mi carnet de manejar por un oficial vestido de Elvis? Si hasta tienen matrimonios drive-thru.

Las Vegas es Calama en USA pero con mucha más plata. Hoover Dam. Un peladero en el medio de la nada. Los hoteles del centro tienen unos subterráneos inmensos que están todos interconectados, de manera que forman una ciudad subterránea en la cual nunca se sabe si es de día o de noche. Tanto es así que en dichos subterráneos tienes tiendas siempre abiertas y en los restaurantes puedes pedir el desayuno, el almuerzo o la cena a cualquier hora del día, pues está todo hecho para que te olvides de esos detalles. El ambiente es totalmente surrealista en ese sentido y es como estar en el vientre de una nave estelar camino a otra galaxia. Muchos lo están de hecho. Quizás sea porque el Area 51 queda muy cerca de Las Vegas y siempre he sospechado que más de un ET anda suelto los fines de semana en dicha ciudad. En cualquier caso la fauna de dicha ciudad es bastante sui generis, por decir lo menos.

El juego lo es todo en Las Vegas y está por todos lados. Desde el aeropuerto, sólo máquinas y juego por doquier. El juego es uno de los pocos vicios que no tengo y que nunca he podido entender. Pero, el mirar a la gente jugar en Las Vegas fue toda una experiencia de hasta que punto te puede matar. Cierta vez, justamente con un amigote, el Fito, nos paseábamos con unas copas en las manos por ese subterráneo inmenso, y había un tipo jugando en la mesa de ruleta con croupier y todo. El tipo tenía el típico fenotipo red-neck, con polera sin mangas y tatuajes rascas en los brazos. Puso US$ 600 en la mesa en una sola jugada, que perdió, y ni siquiera le llegó a parpadear un ojo. Siguió jugando. De miedo.

Ahora, si abren sus computólogos ojos verán algunos temas interesantes. Por ejemplo, cada una de las máquinas tragamonedas tiene una puerta RJ45/100BT conectada a una red que es del FBI, cuya pega en la ciudad es asegurarse de que los juegos de azar sean, justamente, de azar, pues todos los hoteles son de la mafia. Sobre cada mesa de juego, están 6 cámaras de vídeo digitales, 3 son del casino/hotel respectivo y las otras 3 son del FBI. Muy interesante es el mirar todos esos pequeños juegos de nuestra profesión de estrujadores de bitios. El Data Center del FBI en Las Vegas debe ser muy grande pero no creo que dejen visitarlo. El tema es evitar el lavado de dinero, el cual es la principal razón de ser de un casino.

Las Vegas también es la capital el sexo, el cual va desde las strippers hasta las callgirls pasando por todos los intermedios, todo perfectamente legal pues en Nevada la prostitución es legal. Las strippers son perfectas, hechas a mano, pero si le llegas a tocar el pelo a una, llegan dos negros de 2x2x2 [mts] y te sacan de una manera poco ceremoniosa. El Table Dancing es un deporte de Sang Froid para un latino... y eso cuesta... y duele mucho en cierta parte después. En cuanto a las callgirls, estaba yo una vez en el lobby del hotel esperando a que llegara otro amigote para irse de shopping cuando pasa una negra, flaca, de 1.80 [mts] de altura, estupenda, sólo vestida con uno de esos vestidos funda rojo que dejaba muy en claro que no tenía nada más puesto. Me quedé mirándola con la boca abierta, la quijada de abajo en el suelo y babeando de una manera algo obvia, ante lo cual la negra se dio vuelta, me mira directamente a los ojos, y me dice; -- Five hundred dollars -- se da vuelta y se va. Totalmente fuera de mi presupuesto valga la aclaración. Habría recomendado una visita al Mustang Ranch, pero me temo que ya no existe. Ese era el único lupanar que transó el bolsa y por unos US$50 te podías comprar una acción de esa empresa y te la entregaban en un marco con un certificado oficial de que ahora eras un cafiche. Un buen regalo para los amigotes.

Además de todos los demás locales de shopping con las típicas y sempiternas poleras huevonas, no puedo dejar de recomendar una visita al Fry's, el cual es una cadena de tiendas para computólogos que nació en la Silicon Valley. Allí venden todo lo que un buen computólogo necesita para vivir y jugar. No dejen de ir a esa tienda, pero entren con el presupuesto calculado y las tarjetas en el hotel.

La prostitución es todo un mundo en Las Vegas y una ventana abierta a ese mundo es la extraordinaria película llamada Leaving Las Vegas con las actuaciones de Nicolas Cage y Elisabeth Shue. La trama de esta comedia romántica es simple y bella, Nicolas Cage ha decidido suicidarse tomando alcohol pero en los últimos instantes se enamora de una preciosa prostituta, personalizada por Elisabeth Shue. Es un amor químicamente puro. Sin ataduras ni exigencias. Cada cual respeta al otro y a sus decisiones de vida y muerte, por muy malas que sean. Simplemente, se aceptan tal cual son. Eso es amor puro. Me encanta esa película por mostrar ese ideal de amor puro al cual suscribo pero que es imposible en esta tierra.

Un juego muy interesante, es arrendar un auto y darse una vuelta en auto en los suburbios de Las Vegas, salirse un poco de Strip, y ver el costo humano y la pobreza que tiene todo ese show. Pobreza de medios y, sobretodo, pobreza de espíritu en esta ciudad del pecado adoradora del dinero fácil. Ese es el lado B de esa ciudad. El costo del encandilamiento de la luces nocturnas. El costo de las decoraciones falsas de simple yeso. Lo que la pavorosa máquina de la noche de Las Vegas botó y dejó varado en el desierto de las esperanzas perdidas. Mariposas nocturnas quemadas por la luces de neón, esparcidas en el polvo del desierto a pleno sol.

Lo peor de la ciudad de Las Vegas es que he llegado a convencerme de que todos vivimos en Las Vegas...

domingo, 12 de abril de 2009

Mujer Elemental.


Diáfana mujer elemental de mis
Sueños, soñados en blancas noches, sin
Tu cuerpo en mis sábanas vacías,
Buscándote estoy en el aire afín,
Éter ausente, entre nubes de hachís.

Respiración como el viento bajo
Mis alas, un alegre soplo de vida,
Que entregas, libre, toda, en suspiros,
Elegante mariposa distraída,
Viento, dulce sostén de mi trabajo.

Navegaré duro el mar de tu sudor.
Nadaré todo lo profundo de tu ser.
Beberé el rojo sabor de tu sangre.
Tomaré tu sal hasta el anochecer.
Bucearé en ti buscado tu ardor.

Caminante eterno sobre tu piel
Toda seca de caricias y besos.
Escalador intrépido de tu dura
Orografía. Geólogo de huesos
Tuyos a explorar hasta el capitel.

Me quemaré en ardientes entrañas.
Seré un chicharrón bajo tu mirada.
Gritaré mi mudo dolor al viento
De tu indiferencia abrazada.
Haré nubes de mis quemadas pestañas.

Nubes, humo, en el infinito éter,
Te busco sin encontrarte, sin hallarte,
Sin consuelo ni pulcras esperanzas.
Habré de ir al mercado a comprarte
Para así intentar tenerte, mujer.

jueves, 12 de febrero de 2009

Pequeño Taller de Movilización Personal para Cuarentones y Cuarentonas



"No todas las micros me sirven" suele ser una expresión mediante la cual, en el bendito Reyno de Chile, una persona le indica a otra su intención de no copular con ella. Interesante es el hecho de que existan personas a las cuales "todas las micros sí les sirven". Sin entrar a descalificar a estas personas por su falta a la ética gourmet en el escogimiento de sus micros, es menester tocar el tema pues todos hemos tomado varias micros en el largo recorrido de nuestras azarosas vidas, de las cuales nadie nos habrá de quitar lo tomado y lo bailado.

La generación que hoy tiene la cuarentena en nuestro país es una generación golpeada, castrada y llena de moretones. Más aporreada que membrillo colegial. Una generación que se ha subido a muchas micros, con el obvio recorrido brownviano de sus vidas. No corresponde el explorar las razones de tantos golpes. Corresponde explorar las razones de tantas micros. Todos nos hemos aprovechado de una micro, al menos una vez, y nos hemos subido a ella sólo por el infantil placer de ver hacia dónde nos lleva y dejarnos llevar. También hemos sido micro y hemos llevado a cuesta a una, o más, personas a explorar lo aún no explorado en este paisaje urbano nuestro.

Ciertos personajes son capaces de subirse a más de una micro a la vez. El cómo lo logran, un pie en cada micro, resulta ser un profundo misterio de la acrobacia digno del mejor de los actos circenses, de no ser por la falta de gracia intrínseca de tal movimiento. Otros personajes aparentan estar en una micro, pero por instantes, están en otra, o parecen estar en otra. No lo sé muy bien. Menos lo entiendo. Tampoco importa mucho.

Lo realmente importante son las micros que uno ha tomado, como eran y que vimos por sus ventanillas. Más importante aún es la próxima, y ojalá última, micro que habremos de tomar. El encontrar el sentido de todas estas micros no suele ser fácil. Creo que para muchos es definitivamente difícil. Con algunos de mis amigotes y amigotas, cierta noche de conversación gratis y terapia etílica en mi casa, desarrollamos el siguiente pequeño taller de movilización personal para cuarentones y cuarentonas. La idea detrás del ejercicio fue la de encontrar una herramienta que nos ayudara a resignificar nuestro recorrido personal.

Es muy simple el ejercicio.

Cada persona toma una gran hoja en blanco. Cada persona sabrá qué tan grande debe ser dicha hoja en blanco. En un lado, se dibuja en primera instancia el recorrido de su propia vida, con cada una de las micros bien dibujada. Es importante el dibujar a cada micro como se la recuerda, con sus cosas buenas y sus cosas malas. No es importante el saber dibujar. Es importante el dibujar cada micro. Con los detalles que se quieran. Con el estilo que se quiera usar. Puede ser, y por lo general, debe ser un estilo distinto por micro. A algunas micros un estilo naïf será el apropiado mientras que para otras será uno surrealista, sin olvidar el período azul ni el barroco policromático. Deje en el papel la mejor impresión que Ud. tiene de cada una de sus micros.

El siguiente paso es tomar uno de esos papelitos pegajosos y amarillos que 3M nos vende como ejemplo de intraentrepeneurship, también conocidos como Post-It. Para cada una de sus micros escriba, brevemente, dentro de lo que pueda caber en un solo papelito amarillo, lo bueno de cada micro. Siempre habrá algo bueno que escribir. Describa lo bueno de esa micro. Algo que quepa en un papelito amarillo pegajoso por un lado.

Una vez terminado este paso, se pasa al siguiente paso. Como bien dijo 李白 (Li Po), a propósito de otro tema, "una jornada de mil leguas empieza con un paso", pues en su época no existían las micros. Nuevamente, para cada una de las micros, en otro papelito amarillo escriba qué cosas vio por la ventanilla de dicha micro que no había visto antes. Por algún extraño motivo, cada micro tiene ventanillas de distintos colores y polarizaciones, por lo que la vista siempre es distinta. Describa esa vista, para cada una de sus micros.

Coloque cada par de papelitos amarillos pegajosos al lado de la micro que le corresponden, y, listo. Tiene ahora un maravilloso póster lleno de esas sempiternas mariposas amarillas de las cuales tanto escribió el Gabo a propósito del amor.

Tiene dos caminos ahora. Puede contar su recorrido con lujo de lastimosos detalles a la persona que se encuentre a su lado derecho en la mesa en este Taller, o a la de su lado izquierdo, como sea el caso, o puede simplemente dar vuelta la hoja, y hacer un nuevo dibujo.

Un dibujo simple, con la micro a la cual Ud. de verdad desea subirse. Tiene que se una micro de verdad. No una de esas micros imaginarias e imposibles que no pasan nunca. Pero tampoco puede ser cualquier micro. Tiene que ser esa micro que Ud. espera. Ninguna otra más que esa.

Dibújela. Con calma, amor, paciencia, colores, alegría y lujo de detalles. Imagínela. Visualísela. En uno de esos papelitos amarillos pegajosos por una lado describa esa micro, y luego, lo pega a un lado de la micro. En otro de esos papelitos amarillos pegajosos escribe los paisajes que le gustaría ver desde las ventanillas de dicha micro. Describa la esencia misma de esos paisajes descompuestos, y lo pega al otro lado de la micro que ha dibujado, formando ahora una bella mariposa amarilla de amor.

Luego, se va a dormir y a soñar con el simple milagro de una mariposa de color amarillo.

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